miércoles, 31 de octubre de 2012

lunes, 29 de octubre de 2012

4

Grítame... te ignoro, susúrrame... me hipnotizas. No todo es lo que parece, casi nada es lo que parece. La sombra esta ahí porque la luz está encendida, y la vida solo será intensa si aceptas que la muerte es parte de ella. La destrucción y el dolor nos atraen, aunque no lo aceptes socialmente, te atraen. La sociedad es necesaria para nuestra salud mental pero somos tan autodestructivos que hemos creado una sociedad enferma y mas dañina para la salud mental que encerrarnos solos en un sitio con mucho eco...
Contradicciones, eso es todo lo que obtengo, y ya es mucho, después de darle vueltas y mas vueltas al tarro. Pero a mi egocentrismo le consuela que yo al menos le doy esas vueltas, aunque sean eterno retorno, y no lo son porque existe la muerte.
A ver si mañana siento el dolor, me encanta recibir ostias para poder sonreír mas tarde.

viernes, 26 de octubre de 2012

3

La vida no es un reto...
Un reto es intentar mear sin salirte con la tapa de cagar bajada.

miércoles, 24 de octubre de 2012

2

Llámame loco porque me autodestruyo, pero llámate tele porque es lo que eres. Y es que a mi me gusta aprender por mi mismo, no creer en el término verdad, contradecirme, decir hoy lo contrario a lo que aseguraba ayer, tropezarme mil veces con la misma piedra, pero viniendo cada vez de un sitio distinto.
No son horas para descansar, ni durmiendo son horas para descansar. Son horas para no creer en nada, para darle velocidad a todo esto, para reírme de ti, y de ella, y de vosotros, y de el, y de todos... pero sobre todo de mí. Perdón, quería decir conmigo.

lunes, 22 de octubre de 2012

1


Experimentar significa vivir de verdad, contemplar solo es planear como hacerlo. Por eso es mejor tomar drogas que ver fútbol, por eso aprendí más contestando al profesor que obedeciendo sin razones aparentes, por eso la risa de verdad es espontánea y lo que se planteaba como divertido al final nos supo a poco.
Nadie dijo que el camino fuese fácil. Me paro a contemplarlo y, ¿qué veo? Luces y sombras… luces que me ciegan, sombras que me impiden ver. Pero es por lo mismo de siempre, porque me paré a contemplarlo. Si hubiese caminado sin más, habría aprendido a poner la mano sobre mi frente para hacer sombra a esa luz cegadora, y a palpar lo que aparece a mi paso cuando la oscuridad fuese mi única compañera de viaje.
No escribo más, estaba contemplando demasiado esto, si sigo… a la mierda.